estaba yo caminando un dia de esos en los que no te fijas en nadie cuando lo oí:
- hagan sus apuestas señores, este es un negocio duradero del cual no se arrepentirá.
al principio no le presté demasiada atencion al tipo, hasta que agregó:
- tenemos hasta el dia de hoy clientes satisfechos, venga no pagará un peso.
me pregunté si era un idiota porque dime tu, querido lector, que tipo de negocio es si no hay que pagar?...
me acerqué y le dije:
- no cree que es bastante ridiculo lo que ofrece?
- para nada, lo que pasa es que ud no lo ha conocido aun.
- expliqueme su negocio.
- nosotros de daremos la felicidad que le hace falta, cantaremos a diario con ud, le brindaremos apoyo cuando sea necesario... le haremos sentir bien.
- eso se encuentra en todos lados, que cosa puede hacer específicamente ud por mi.
- pues yo - me tomó la mano- me quedaré a su lado porque veo que me necesita.
- yo a ud? está loco!... yo no me relaciono con extraños.
- ese es su problema, ud no deja que su corazon sienta... animese! le hará bien el tratamiento.
- no piense que soy tan torpe como para confiar en ud.
- pues la acompañare de todos modos.
- haga lo que quiera, me tiene sin cuidado.
- hey! no sea tan fria señorita, puedo hacerle una pregunta?
- no ve que acaba de hacer una.
- no responda idioteces por favor, yo actúo amablemente y ud me pega puñales. solo queria pasar un momento grato con ud.
- y eso a que se deberia? yo nunca lo habia visto antes- aunque me parecia conocido.
- pero yo siempre la veo pasar, es ud una persona agradable, pero solitaria y pensé que le gustaría un poco de compañia, y como ud siempre pasa por esta calle inventé la excusa del negocio porque sabía que le irritaría oir que es algo totalmente absurdo.
el hombre parecía sincero en sus palabras, pero aun me causaba desconfianza.
- no le veo la gracia, por que no se me acercó antes? sin excusas ridiculas?.
- porque ud me rechazaria, lo sé.
- al parecer me conoce lo suficiente como para saber que es lo que haré. digame no nos hemos encontrado antes?.
- yo soy muy observador y ud simplemente me ha llamado la atencion.
me dejó impactada el nivel de convicción que habia en sus ojos, parecía que era cierta cada palabra que salia de su boca, y a pesar de que quería alejarme no podia, entonces me quede clavada escuchando horas y horas lo que me decia, sus risas y anécdotas; me parecía un hombre interesante y comence a hablarle sin temor alguno, y vi que el me ponia atencion como si quisiera aprender de mi.
cuando termine mi largo discurso, me interrumpio.
- es ud maravillosa, lo sabia?.
- por que lo dice?
- porque ya no me considera un extraño, se ha acordado de quien soy?.
su pregunta me perturbo, deberia conocerlo?
- yo... creo que lo he visto pero no sé quien es ni lo que hace en este lugar.
de pronto noté que no era una calle en donde estabamos, sino que era como una casa grande con un enorme jardin.
- no me recuerdas, pero aun te agrado eso es bueno- él susurraba para si mismo.
- me asustas, que se supone que olvide?
- sabes que? no importa sigamos con nuestras conversaciones.
me hablo del universo que éste le fascinaba, de los platos de comida favoritos, de sus paseos por el parque en otoño, su gusto por la lectura y por escribir.
me parecía que lo conocía tan bien como a mi misma, y sentía que no deberia haberlo olvidado, pero no comprendia como es que yo lo podía conocer... si solamente recordaba haber estado sola y caminar por una calle y nada mas.
me seguía hablando de sus investigaciones, al parecer le gustaba la ciencia o al menos eso parecia, sobre la memoria y lo interesante que el tema era, me pregunte entonces si él podia hacer que me sintiera mejor.
- te sientes bien?
- oh si, no es nada.- entonces me abrazó y sentí como si me quemara, pero no era doloroso sino que me hacia sentir tranquila, su aroma era para mi un relajante. en ese instante una imagen vino a mi mente, estabamos bailando... y le pregunté.
- habiamos bailado antes?
- miles de veces, me calma el sentir que me recuerdas un poco.
su tono de voz era triste, parecia una buena persona, un poco solitario y de pronto se veia cansado.
le cambie el tema.
- tu tienes esposa?
- asi es, pero ella ha sufrido un accidente.
- ya veo, está ella muy mal?
- sufrio un golpe muy fuerte y perdio la memoria, tú debes conocerla.
- no lo sé, vienes a diario a visitarla?
- todos los dias, soy el primero en llegar y el ultimo en irme... la extraño.
de pronto senti ganas de besarlo, pero como era posible eso? me volveria loca en tratar de averiguarlo.
- dime, por que vienes si ella no sabe quien eres? no crees que es mejor pedir un reporte y asi no sufres?
- no! - sonó herido- no me pidas eso, yo moriria de inmediato si no supiera de ella.
- lo lamento.
me tomó la mano, me miró y dijo - tú sabes que no me enojo contigo. - y me besó.
el fuego me hizo recordar que la mujer de la que me hablaba con tanta emocion era yo, la mujer por la que moriria, la que habia compartido la mitad de su vida, aquella por la que no dormia por saber si se encontraba bien, el amor de su vida... esa era yo.
recordé el día del accidente, era nuestro aniversario y salimos a celebrarlo a la playa, a ver esa maravillosa puesta de sol y caminar por la orilla dejando al mar mojar nuestro pies. un auto se adelanto y luego de improviso frenó, todo se volvio oscuro y ya no oía la voz de mi amado.
- pensé que no volvería a verte otra vez.
sus ojos se hicieron pequeños y lagrimas brotaron de ellos, me abrazó y dijo.
- la promesa que te hice cuando te conoci, no fueron solo palabras que se dicen en el momento... te amo.
ahora todo tenia sentido logico para mi, si él no llamaba mi atencion de algun modo yo no reaccionaria.
- y yo a ti - respondí.
caminamos por el jardin de la mano, mi felicidad era impagable, nos dirigimos a la escalera hecha de nubes y subimos al cielo.
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