continucación

Es impresionante el poder de las palabras y del sentimiento poderoso para muchos y vano para otros, el amor. Después de una no feliz situación, en la cual sufrí y sentí que me hundía en mis lágrimas me he puesto de pie...  le he oído y explicado las cosas como las pienso, como las he sentido desde un principio,  llegando así a una solución al entuerto. Sin embargo el miedo a que el corazón duela está allí presente, como una sombra, esperando a aparecer cuando la debilidad ronde y los ánimos se tienten a discutir.

Mi corazón sólo late por él, mis ojos no ven a ningún otro, para mí no hay otras opciones, no existen los "y si fuese de otra manera, de no haberle conocido", me desespero cuando no lo veo, al no besarle, me ahogo si no le expreso mi amor, me siento en paz conmigo misma cuando le declaro mis sentimientos, para que él note que sí pienso en él, que no es un capricho... que realmente lo amo con la fuerza que jamás creí que podría.

La lluvia me recuerda a la manera en que luce el parque luego de que el cielo ha dejado de llorar, y junto con ello, las caminatas largas por el parque, por la ciudad hablando de cualquier tema y siempre con una sonrisa... solo eso basta para un buen momento.

Ahora que las cosas han retomado su curso, quisiera sentir otra vez esa maravillosa estabilidad de antaño, en la cual el muro que poníamos nosotros contra "el resto" no se podía traspasar de ninguna manera por mas creativa que fuera. Todo lo anterior lo atribuyo a que la pugna es reciente.
Me encanta pensar en que pronto tendremos nuestro propio lugar y así estar siempre juntos